Cucharas en la alimentación complementaria

Fecha de creación 2022-12-06
  • Cucharas en la alimentación complementaria
  • En el mercado existe una amplia variedad de cucharas para bebés. Por este motivo, es común que tanto los profesionales de la salud, como los padres de familia se pregunten por las características adecuadas de estas para la alimentación complementaria.


Para aceptar eficientemente los alimentos ofrecidos con cuchara, el lactante debe poder mover el labio superior hacia abajo para “barrer” o limpiar la comida de la cuchara con los labios (en lugar de succionarla). También debe contar con las funciones orales-motoras necesarias que le permitan a la lengua recibir alimento en su superficie, formar un bolo, levantarlo y presionarlo contra el paladar duro para transportarlo a la parte posterior de la cavidad oral, donde se activa el reflejo de deglución. Este es un movimiento complejo que requiere que las estructuras orales se muevan de forma independiente en lugar de moverse juntas como en la succión. Por esto, un requisito previo para que surjan estas habilidades es que el niño haya ganado estabilidad oral para controlar la mandíbula, la lengua y los labios. Esto se desarrolla junto con la estabilidad y el control de la cabeza y el tronco.

Habiendo mencionado esto, cuando los lactantes inician la alimentación complementaria entre los 4 y 6 meses (dependiendo el contexto) es importante apoyarlos con una cuchara que sea sencilla de manipular y que poco a poco vaya progresando, al mismo tiempo que sus habilidades se van perfeccionando. Por esto, podríamos establecer lo siguiente:

  • 4 a 6 meses: una cuchara plana y suave con mango largo, preferentemente de silicón. Lo plano le ayudará a poder limpiar más fácil la cuchara con los labios, mientras que el mango largo es para favorecer a los cuidadores a ofrecer los alimentos correctamente. Además, debe ser pequeña y angosta adecuada para la boca del lactante. A esta edad ellos todavía no desarrollan las habilidades para agarrar una cuchara, en cambio, deberían de estar experimentando con su sentido del tacto a través de sus manos y los alimentos.
  • 7 a 8 meses: podemos preferir una cuchara menos plana y con bordes suaves y más gruesos puede ser de silicón o plástico. Para este momento, la mayoría ya habrá dominado la cuchara anterior y podemos pasar a una cuchara más cóncava.
  • 9 a 12 meses: a esta edad los lactantes comienzan a querer tomar las cucharas por ellos mismos, y, aunque todavía no tienen la habilidad suficiente para alimentarse solos con cuchara, el dárselas los ayudará a ir favoreciendo esta habilidad. Por esto, podemos pasar a una cuchara de mango ancho y corto para que puedan agarrarla más fácil y puede ser aún más cóncava, manteniendo los bordes suaves. No olvidemos que a esta edad también desarrollan la pinza fina, por lo que se les debe permitir seguir tomando los alimentos con sus manos, ya que es otra habilidad en la que tienen que trabajar.
  • 12 a 18 meses: en este rango de edad los lactantes desarrollan las habilidades para comer con cuchara por ellos mismos. El tamaño de la cuchara ya puede ser mayor y debemos ofrecerla incluso aunque haya mucho desorden o se ensucie durante la alimentación.
  • 18 meses en adelante: a partir de esta edad, más del 95% de los niños pueden usar una cuchara por sí solos. Se puede progresar a una cuchara de metal cuidando que los bordes sean suaves y no delgados ni filosos. A esta edad ya se puede ofrecer un tenedor.

Una cuchara adecuada para las habilidades y desarrollo del lactante puede hacer la diferencia en su comportamiento alimentario.

Escrito por: Katia Rodríguez LN, NCP. Coordinadora de Nutrición Infantil en CIENutrition.

 

Lectura recomendada:

EFSA Panel on Nutrition, Novel Foods and Food Allergens (NDA), Castenmiller J, de Henauw S, et al. Appropriate age range for introduction of complementary feeding into an infant's diet. EFSA J. 2019;17(9):e05780 https://efsa.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.2903/j.efsa.2019.5780

Kleinman R, Greer F. Pediatric nutrition. 8th ed.: American Academy of Pediatrics; 2019.