El momento de la alimentación en la infancia no solo es clave para el desarrollo de hábitos saludables, también representa un espacio donde la seguridad y la postura juegan un papel fundamental. Una de las dudas más frecuentes de padres y cuidadores es si se recomienda o no el uso del arnés en las sillas altas para comer.
A continuación, te compartimos los aspectos más importantes a considerar según especialistas en seguridad infantil y desarrollo postural.
Postura del niño: el primer factor a evaluar:
Antes de pensar en el arnés, es necesario observar la postura del niño y verificar que la silla sea adecuada.
El respaldo debe ofrecer un apoyo firme que favorezca la estabilidad postural.
Un espaldar correcto, junto con un arnés, puede ayudar a evitar que el niño se encorve hacia adelante o adopte posturas inadecuadas como la hiperextensión.
El arnés puede ser útil para mantener la alineación del tronco durante la alimentación.
Una vez que el niño logra una postura estable —con pelvis firme, pies apoyados y tronco erguido—, el arnés puede dejar de ser necesario con fines posturales.
Arnés y seguridad: ¿qué dicen los estudios?
Más allá de la postura, la principal función del arnés está relacionada con la seguridad.
Diversos estudios señalan que las caídas son la causa más común de lesiones vinculadas con sillas altas y “boosters”.
Estas caídas suelen ocurrir cuando el niño intenta ponerse de pie, girar o trepar fuera del asiento, pudiendo ocasionar traumatismos severos.
Para reducir estos riesgos, se recomienda el uso del arnés de 5 puntos, que incluye correas en:
hombros,
caderas,
entrepierna.
De esta manera, se limita el movimiento del niño y se disminuye el riesgo de caídas graves.
Factores adicionales de seguridad a considerar
El arnés por sí solo no garantiza la protección total. Para que el niño esté seguro es importante:
Asegurarse de que la silla esté bien ensamblada y colocada sobre una superficie plana.
Verificar que sea adecuada para la edad y tamaño del niño.
Mantener la silla lejos de paredes, mesas u objetos contra los que el niño pueda empujarla.
Evitar que el niño se pare sobre la silla.
Nunca dejar al niño sin supervisión durante las comidas.
Importante: aunque el arnés mejora la seguridad, existen reportes de estrangulación accidental cuando los niños quedan atrapados en él durante una caída, y también puede complicar la intervención en casos de atragantamiento.
Conclusión: ¿usar o no el arnés en la silla alta?
El arnés sí se recomienda como apoyo para la postura y, sobre todo, como medida de seguridad frente a caídas. Sin embargo, antes de utilizarlo es fundamental:
Evaluar la postura del niño.
Comprobar la adecuación de la silla.
Implementar hábitos de supervisión y conductas seguras en el proceso de alimentación.
En definitiva, el arnés es una herramienta útil, pero no sustituye la responsabilidad de los cuidadores ni otras medidas de seguridad.
Referencias
Kurinsky RM, Rochette LM, Smith GA. Pediatric Injuries Associated With High Chairs and Chairs in
the United States, 2003-2010. Clinical Pediatrics. 2013;53(4):372-379.
doi:10.1177/0009922813510599